Milei

Fue interesante el discurso hoy del nuevo presidente argentino. Advirtió que vienen tiempos difíciles, que es muy amarga la medicina para curar los males económicos de Argentina. No pintó pajaritos en el cielo. Guardando las distancias, que son muchas,  fue un discurso algo así como lo que dijo Churchill al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, aquello de ´"Blood, sweat and tears".   

 Es un personaje interesante, Milei. No tiene filtro. Habla de todo. Nos hemos enterado de los supuestos abusos que de niño le hicieron sus padres, aunque ahora parece que ha habido algún tipo de reconcialiación con ellos, ya que, de manera muy discreta,  estuvieron hoy en la ceremonia de toma de posesión. Sea como fuere, es "too much information", para decirlo en inglés.

Antes de llegar a la presidencia, en sus tiempos de tertuliano de la televisión, Milei dijo cosas raras, como lo de la legalización de la venta de órganos y de niños. Me pareció una buena decisión suya que dejara de hablar de eso.  

Es estrambótico, Milei. Jura conversar con su fallecido perro mastín inglés Conan y que consulta sus decisiones con los cuatro perros que tiene ahora, todos clones de Conan. Hay quien dice que eso lo define como un loco. Yo pienso que Milei es más bien pintoresco. Tengo que confesar que yo también siempre he hablado con mis mascotas, aunque nunca me dieron buenos ni malos consejos.

Ahora, les cuento que no creo que Milei sea bruto. Sí parece conocer muy bien la obra de los economistas con cuyos nombres ha bautizado a sus 4 mastines ingleses: Milton, Murray, Robert y Lucas. Los nombró en honor a Milton Friedman, Murray Rothbard  y Robert Lucas. Fascinantes y polémicos tipos. Con la excepción de Friedman, son poco conocidos fuera del mundo de los economistas. Rothbard, especialemente, dijo y escribió cosas que no sé si en realidad pudieran ponerse en práctica.  

¿Funcionarían en un país como Argentina las teorías de esos tres economistas ubicados (más o menos, digo yo) en la Escuela Austriaca? We´ll see. Por cierto, aunque esto es algo frívolo, siento curiosidad por la pasión de Milei por los mastines ingleses. Son una bella raza de perros los English Mastiffs. Pero hay una raza criolla de canes igualmente espectacular, el Dogo Argentino. Si yo fuera un político de la maravilllosa tierra de los gauchos, hubiera optado por el majestuoso Dogo Argentino como mascota.

Confieso que en esto soy un poco prejuiciado. Admiro mucho a la gente argentina y a las cosas argentinas. como los vinos de Mendoza, y el tango, sobre todo cuando lo canta Roberto Goyeneche, El Polaco. Ah, y sí, la mejor carne del mundo es la argentina. Nunca he estado en un mal restaurante argentino. Y Borges, Dios mío, que injusticia haberle negado el Nobel de Literatura. También se lo debieron haber otorgado a Sabato y Bioy Casares. 

Ya saben por donde voy. Argentina merece un mejor destino. Si un país pequeño sin recursos naturales como Singapur puede tener una economía fuerte, ¿por qué no lo va a lograr una nación como Argentina?

No es que haya que endiosar a Milei, pero tampoco debe ser satanizado cuando apenas lleva horas en el poder. Ganó en buena lid, con el 56 por ciento de los votos. Hereda una situación económica de espanto.

Para cerrar, tengo que decir que me impresiona que los perdedores aceptaron su derrota. Hubo una ceremonia de traspaso de poder digna y elegante, aunque lo de Cristina K levantando el dedo es otra cosa. Ah, y me gustó que Milei abrazó Zelensky.

Ricardo Brown es un veterano periodista y locutor de noticias cubanoamericano, ganador del premio Emmy, experto en temas políticos, con más de tres décadas en importantes medios en español e inglés. Desde 1976 ha cubierto todas las elecciones presidenciales y entrevistado a todos los presidentes vivos, de Jimmy Carter a Barack Obama. Ha reportado desde más de 50 países. Dirige un programa para Actualidad 1040, la estación de radio AM en español número uno en el sur de Florida.