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En un principio, cuando desapareció su hija, Racquel Smith fue objeto de una ola de simpatía y se puso en marcha una operación de búsqueda en todo el país para dar con el paradero de la pequeña
29/05/2025 Redacción ENC
Un tribunal sudafricano condenó el jueves a una madre a cadena perpetua por secuestrar y vender a su hija de seis años, en un caso que conmocionó al país.
Racquel Smith y otros dos acusados fueron condenados a la pena máxima de cadena perpetua por tráfico de personas y a 10 años por secuestro, dictaminó el juez Nathan Erasmus.
Joshlin Smith desapareció en febrero de 2024 de su casa en Saldanha Bay, una pequeña ciudad pesquera a 135 kilómetros al norte de Ciudad del Cabo, y desde entonces no se la ha vuelto a ver.
Su madre fue declarada culpable por haber secuestrado y vendido a su hija aparentemente por 1.100 dólares.
El juez condenó a Smith, de 35 años, y a sus dos coacusados -un novio y un amigo común- a cadena perpetua por tráfico de personas. A esto se añade una pena de 10 años de prisión por secuestro.
También ordenó la inscripción de los tres acusados en el registro de protección de menores.
"No puedo encontrar nada que sea redentor y merecedor de una sentencia menor que la más dura que puedo imponer", dijo el juez.
Smith estuvo presente durante la lectura del veredicto y permaneció impasible durante la hora que duró la audiencia.
El magistrado calificó a Smith, madre de tres hijos, de manipuladora y dijo que no mostró ningún "indicio de remordimiento" o preocupación por la desaparición de Joshlin.
El veredicto fue recibido con aplausos en la sala de audiencia.
La abuela de Joshlin también estuvo presente en el tribunal, vestida de una camiseta con el rostro de su nieta.
En un principio, cuando desapareció su hija, Racquel Smith fue objeto de una ola de simpatía y se puso en marcha una operación de búsqueda en todo el país para dar con el paradero de la pequeña.
Las fotos de la niña, de ojos verdes y coletas castañas, inundaron internet.
El caso atrajo la atención nacional, incluida la de un ministro que ofreció una recompensa de un millón de rands (54.000 dólares) por su regreso sana y salva.
Pero el caso dio un giro cuando los fiscales alegaron que Smith había vendido a su hija a un curandero, interesado en sus ojos y su tez clara.
El juez no dijo en su sentencia a quién se vendió la niña ni por qué.
Entre los testigos del juicio, que comenzó en marzo, figuraban un profesor de la niña y un pastor, que declaró que la madre le había hablado de la venta prevista de su hija en 2023.
La policía informó el jueves que había ampliado la búsqueda de la niña más allá de las fronteras sudafricanas.
Sudáfrica tiene uno de los índices de delincuencia más altos del mundo, y el secuestro de niños va en aumento.
FUENTE: Con información de AFP y Diario Las Americas

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