
Mi entrañable amigo Agustín Gordillo acostumbra a iniciar el primer día de cada año escuchando el Abbey Road. Lo hacía cuando vivía en Alta Habana y lo sigue haciendo en Miami Springs, donde vive desde 1990
Mi entrañable amigo Agustín Gordillo acostumbra a iniciar el primer día de cada año escuchando el Abbey Road. Lo hacía cuando vivía en Alta Habana y lo sigue haciendo en Miami Springs, donde vive desde 1990
El concierto era estrictamente solo para invitados. Ya ustedes saben quiénes: pejes gordos de la cultura oficial y sus amigotes y amiguitas, para nada interesados en “la música del enemigo”
Su canción “Bad bad Leroy Brown”, que vendió dos millones de copias, había llegado al primer lugar del hit parade norteamericano. Un éxito similar lo consiguió luego con “Time in a bottle”
En 1884, a propósito de un notable ensayo del filósofo inglés Herbert Spencer, Martí escribió el artículo “La Futura esclavitud” que publicó en Nueva York. Nos dice muy muy claramente cual es su pensamiento acerca del socialismo, comunismo o colectivismo
Es una pena que mientras las naciones del mundo, incluida una gran parte de África, está buscando como mejorar la competitividad de sus economías, nuestros países todavía sigan de rehenes de una recua de hampones
Las órdenes escritas en Nueva York fueron enviadas por Gonzalo de Quesada desde Key West a La Habana a Juan Gualberto Gómez, quien debía darles curso. Pocos días después Juan Gualberto Gómez ponía el cable convenido, y fijaba la fecha del 24 de febrero para el alzamiento
No había un solo asesor principal de Clinton que apoyaba las sanciones contra la dictadura cubana, y Clinton pronto comenzó una serie de "obsequios" unilaterales a Castro, ocultos en el lenguaje de la política de "pueblo a pueblo". En consecuencia, me enfoqué en la necesidad de quitarle el embargo al Presidente de Estados Unidos y ponerlo dentro de los parámetros de la ley de Estados Unidos a través de legislación
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos