
Ernesto Lecuona, un virtuoso del piano, fue de los primeros en cruzar el muro entre la llamada música culta y la popular: lo mismo tocaba acompañado por una orquesta sinfónica que por los Lecuona Cuban Boys
Ernesto Lecuona, un virtuoso del piano, fue de los primeros en cruzar el muro entre la llamada música culta y la popular: lo mismo tocaba acompañado por una orquesta sinfónica que por los Lecuona Cuban Boys
Mucha gente me decía: con tanto cubano rico y con tanto cubano que le ha ido bien, chico, tú tuviste que hacer la película de un guagüero. Pero yo pienso que es mucho más interesante que haga la película del guagüero que la de un señor que tiene un banco en la calle Flagler. Eso es lo que me ha interesado, mucho más que lo pulido de las cosas, que todo esté perfectico. Eso nunca me ha gustado.
En 1884, a propósito de un notable ensayo del filósofo inglés Herbert Spencer, Martí escribió el artículo “La Futura esclavitud” que publicó en Nueva York. Nos dice muy muy claramente cual es su pensamiento acerca del socialismo, comunismo o colectivismo
Es una pena que mientras las naciones del mundo, incluida una gran parte de África, está buscando como mejorar la competitividad de sus economías, nuestros países todavía sigan de rehenes de una recua de hampones
Las órdenes escritas en Nueva York fueron enviadas por Gonzalo de Quesada desde Key West a La Habana a Juan Gualberto Gómez, quien debía darles curso. Pocos días después Juan Gualberto Gómez ponía el cable convenido, y fijaba la fecha del 24 de febrero para el alzamiento
No había un solo asesor principal de Clinton que apoyaba las sanciones contra la dictadura cubana, y Clinton pronto comenzó una serie de "obsequios" unilaterales a Castro, ocultos en el lenguaje de la política de "pueblo a pueblo". En consecuencia, me enfoqué en la necesidad de quitarle el embargo al Presidente de Estados Unidos y ponerlo dentro de los parámetros de la ley de Estados Unidos a través de legislación
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos