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En 1912, Ludwig von Mises, en Teoría del dinero y del crédito, tomó como ejemplo a las empresas productoras de material bélico para explicar como ciertos grupos corporativos ganan con la inflación
Días antes del ataque, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, publicó en redes sociales que “el régimen sionista es un cáncer que está a punto de ser exterminado por el pueblo palestino”
Autores 14 de octubre de 2023 Manuel AguileraEs una regla simple pero que debería ser de obligado cumplimiento para los países occidentales. El ataque terrorista de Hamás a sangre y fuego contra la población israelí ha servido una vez más para retratar gobernantes y conocer quiénes están realmente por la paz y por el progreso de los pueblos, y quiénes por el enfrentamiento y por imponer su visión autoritaria y decadente de las relaciones internacionales.
Hemos sufrido en un segundo atentado, en este caso contra la moral y la justicia, las declaraciones de gobernantes a los que les cuesta llamar por su nombre a los terroristas de Hamás y condenar sin paliativos la acción más cobarde e inhumana que uno pueda imaginar, con asesinatos incluso de niños inocentes. Son incapaces de condenar esta violencia y señalar a los asesinos sin sacar a pasear su odio contra el pueblo de Israel.
Los Maduro, Petro, Morales, ese ala izquierda desquiciada del Partido Demócrata, los socios de Pedro Sánchez en el gobierno español… Podría seguir pero me gustaría recordarle a estos y otros muchos equidistantes -inventores del “y tú más”- que Hamás en sus principios fundacionales propugnaba la destrucción del Estado de Israel y la aniquilación de los judíos allá donde se encuentren repartidos por el planeta. Adolf Hitler no lo hubiera expresado mejor.
Así que a esta supuesta izquierda, tan preocupada supuestamente por defender al pueblo palestino, no le importa compartir cama con terroristas fanáticos asesinos que no sólo pisotean los derechos más fundamentales de los israelíes, matando niños y violando mujeres, sino que además someten con puño de hierro a su propio pueblo en Gaza.
De las palabras a los hechos. De no condenar a Hamás, a colaborar activamente con ellos. Al día siguiente del ataque nos enteramos por el Wall Street Journal que Irán habría ayudado a preparar el ataque de Hamás a Israel. Según lo revelado por el prestigioso medio estadounidense, miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán habrían ayudado desde agosto a planificar el ataque e incluso habrían dado luz verde para su inicio, según fuentes de Hamás y de Hizbulá. Los detalles se habrían afinado en reuniones celebradas en Beirut entre oficiales iraníes, terroristas de Hamás, y sus hermanos de Hizbulá, que practican su misma violencia y odio a Israel desde el Líbano.
Días antes del ataque, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, publicó en redes sociales que “el régimen sionista es un cáncer que está a punto de ser exterminado por el pueblo palestino”.
El gobierno iraní lleva años aprovechándose de la debilidad de la Unión Europea y de Estados Unidos que no oponen la firmeza necesaria a un enemigo tan peligroso con un potencial nuclear devastador. Irán además de manera silente y soterrada gana terrenos en América Latina en el plano comercial entre los sospechosos habituales de la región. Algunos de ellos han dado cobijo en su territorio a terroristas islámicos. Desde los tiempos de Chávez, terroristas de Hamás, Hizbulá e incluso de ETA campaban a sus anchas por Venezuela. Históricamente es conocida la hermandad a nivel internacional de todas estas guerrillas de extrema izquierda.
Según datos de comercio exterior de UN Comtrade, en los últimos 11 años, 28 de los 33 países que conforman América Latina y el Caribe han cerrado acuerdos comerciales con Irán. Y el 2022 estos negocios aumentaron en un 6 por ciento, una cifra récord frente al promedio anual de la década anterior (2011-2021).
Por ejemplo, el pasado mes de abril, Teherán y Caracas firmaron nuevos acuerdos de entendimiento para ampliar la cooperación en el sector energético, saltándose las sanciones económicas impuestas a los dos países.
El acuerdo incluyó la reconstrucción y modernización de complejos petroquímicos venezolanos mediante servicios técnicos, ingeniería y equipos iraníes, además de revisión y modernización de muelles de carga y terminales petroleras, comercio y exportación de petróleo, condensado de gas y productos derivados del petróleo. Como denunció Juan Francisco Contreras, presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, “La relación va más allá de los intereses económicos; es una relación mucho más profunda que no trasciende a la opinión pública. Es una relación basada en la opacidad”.
Mientras Hamás e Irán acaparan el foco de los villanos mediáticos a nivel mundial, Vladimir Putin se frota las manos de que ahora pueda continuar con sus atrocidades contra el pueblo ucraniano pasando más inadvertido. Irán, Rusia y China se siguen aprovechando de la falta de liderazgo de la UE y EEUU y se expanden como una mancha de aceite por América Latina, retroalimentándose los unos a los otros con la ayuda de la deriva populista que asola la región.
Hoy más que nunca, los enemigos de mis amigos son mis enemigos, pero algunos no quieren entenderlo ni poner freno al avance de los gobernantes del lado oscuro. El ataque al pueblo israelí ejecutado por Hamás y orquestado por Irán es solo el último ejemplo del peligro que corremos.
*Manuel Aguilera es un periodista y analista político español radicado en Estados Unidos. En sus columnas observa la actualidad sociopolítica de Estados Unidos, Latinoamericana y Europa, y analiza los medios de comunicación, la libertad de expresión, la práctica periodística y las redes sociales. Fue VP Managing Editor de Americano Media y anteriormente director de Diario Las Américas, la división digital de Noticias de Univision y de la productora audiovisual de El Mundo en España.
En 1912, Ludwig von Mises, en Teoría del dinero y del crédito, tomó como ejemplo a las empresas productoras de material bélico para explicar como ciertos grupos corporativos ganan con la inflación
Durante esos cuatro días, brigadas de respuesta rápida dirigidas por agentes de la Seguridad del Estado y militantes del Partido Comunista fueron movilizados hacia los cines donde se exhibía la película para vigilar las reacciones del público y sofocar eventuales “protestas contrarrevolucionarias”
La administración Obama utilizó instituciones estatales como el FBI, la CIA y el Departamento de Justicia (DOJ), con financiación del fondo de guerra electoral del Comité Nacional Demócrata, para construir falsas narrativas contra Trump
“En los países islámicos es imposible pintar una caricatura en contra del profeta Mahoma, y en el caso de Cuba, hay límites en el humor con relación a los figuras históricas de la revolución”
Lo que nos muestran las protestas en las universidades es que el verdadero objetivo no es Israel, sino el país norteamericano, que todavía no parece ni entenderlo del todo ni reaccionar. El lenguaje se ha alterado y se llama ocupación “pacifica” lo que simplemente es violento e ilegal, una muestra más de la cantidad de complejos que existen en occidente en general y en EE. UU. en particular
Con Bolivia convertida en un satélite de Cuba, Chávez y Castro pudieron usar el dinero del narcotráfico boliviano para desestabilizar las democracias regionales
“¡Necesito que todos los patriotas nos sintonicen! ¡Ahora es el momento de que usted lleve su apoyo al siguiente nivel, para que podemos hacer grande a Estados Unidos otra vez!”
Y continuarán las tragedias mientras dure este régimen criminal que, según sus conveniencias, lo mismo alienta el éxodo que ordena hundir embarcaciones cargadas de personas que huyen de la miseria
Cuando en 1967 le confirieron a Asturias el Premio Nobel de Literatura —fue el segundo latinoamericano en recibirlo, luego de la chilena Gabriela Mistral en 1945— muchos escritores izquierdistas latinoamericanos, entre ellos Gabriel García Márquez, lo atacaron con saña, calificándolo de “traidor” y “vendido”
Con un repudio de cerca del 80% del pueblo venezolano, con encuestas que le dan 21% de intención de voto frente al 64% de González Urrutia tiene el sistema para falsificar el resultado pero la realidad objetiva ya no se lo permite. En esta realidad, Maduro ha perpetrado terrorismo de Estado directo amenazando con “un baño de sangre y una guerra civil fratricida” si no gana la elección que no puede ganar
Ante la realidad de que son unas elecciones que el dictador Nicolas Maduro no puede ganar porque tiene más del 80% de repudio popular, el socialismo del siglo 21 ha puesto en marcha un montaje para falsificar y atribuirse el triunfo por medio del “fraude electoral continuo fundado en el terrorismo de Estado”