
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos
Durante esos cuatro días, brigadas de respuesta rápida dirigidas por agentes de la Seguridad del Estado y militantes del Partido Comunista fueron movilizados hacia los cines donde se exhibía la película para vigilar las reacciones del público y sofocar eventuales “protestas contrarrevolucionarias”
Autores04 de julio de 2024 Luis CinoEl 13 de junio de 1991 se estrenaba en el circuito de cines habaneros integrado por las salas Yara, Payret, Alameda, Trianón y Ambassador, Alicia en el pueblo de Maravillas, la comedia del director Daniel Díaz Torres que disparó a niveles ridículos las alarmas del siempre paranoico régimen castrista.
Pese a que una copia terminada de Alicia en el pueblo de Maravillas había sido vista y aprobada a finales de diciembre de 1990 por Julio García Espinosa, que por entonces dirigía el ICAIC, la película, luego del estreno, solo duró cuatro días en los cines.
Durante esos cuatro días, brigadas de respuesta rápida dirigidas por agentes de la Seguridad del Estado y militantes del Partido Comunista fueron movilizados hacia los cines donde se exhibía la película para vigilar las reacciones del público y sofocar eventuales “protestas contrarrevolucionarias”.
Siguiendo “orientaciones de arriba”, no hubo medio de la prensa oficial que no dedicara virulentos ataques contra la película, el director Díaz Torres y el escritor y cineasta Eduardo del Llano, que fue el guionista junto a otros de los integrantes del grupo Nos-y-Otros.
Entre los vitriólicos ataques de la prensa oficialista contra la película se destacaron: en el periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista, “Alicia, un festín para los rajados”, de Roxana Pollo, y en Juventud Rebelde, “La suspicacia del rebaño”, de Bruno Rodríguez Parrilla, que aún no era canciller, sino que dirigía el periódico de la Juventud Comunista.
En un artículo aparecido en el periódico Tribuna de La Habana, la periodista Ada Oramas llegó a calificar a los realizadores como “larvas coleteantes en el pantano del oportunismo”.
Tan desmesurada fue la reacción del régimen ante la película que estuvo a punto de disolver al ICAIC y fusionarlo con el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y los Estudios Fílmicos de las FAR. Si no se concretó dicha fusión fue debido a las fuertes protestas de los cineastas y de muchos en la UNEAC.
El ICAIC no fue cerrado, pero fue vuelto a poner bajo el control de Alfredo Guevara, el comisario en jefe del cine cubano que había sido sustituido entre 1982 y 1991 por Julio García Espinosa.
Años después, entrevistado por Ambrosio Fornet para la revista Cine Cubano, el director Manuel Pérez, que presidió el Grupo de Creación que aprobó el proyecto de Alicia en el pueblo de Maravillas, explicaría, intentando en cierto modo justificar los esfuerzos del oficialismo por frenar “la tendencia a los planteamientos críticos” en las películas, que “lo que hizo Alicia en el pueblo de Maravillas fue ponerle la tapa al pomo porque se había terminado cuando estaba comenzando un período dificilísimo para el país, de incertidumbre y sobrevivencia” (el llamado Periodo Especial).
Por estos días, Eduardo del Llano, en su página, ha recordado los 33 años del estreno de Alicia en el pueblo de Maravillas, y los ataques que recibió por haber sido el guionista de la película, y de los que no pudo defenderse, porque como él mismo recuerda, en aquella época no existían las redes sociales, en las que hoy él, habitualmente, está muy activo, paradójicamente, reiterando su apoyo al régimen.
A raíz del derrumbe del balcón que mató a tres niñas habaneras, del Llano intentó relativizar y trivializar el trágico suceso al asegurar que “accidentes así suceden dondequiera, solo que no hay una maquinaria mediática presta a amplificar el suceso con intenciones políticas difamatorias”.
Respecto a las protestas de los días 11 y 12 de julio de 2021 (11J), Del Llano minimizó la represión, y dijo que, en todo caso, de haber existido, mucho peor fue la represión que hubo en Colombia, Chile y Ecuador. Y a menudo niega que en Cuba haya torturados y asegura que son infundios de los disidentes, el exilio y la prensa y televisoras de derecha extranjeras.
Desde hace años, Del Llano pasa casi más tiempo en España que en Cuba, pero a los que lo critican por ello, les responde en las redes sociales que él está en todo su derecho a vivir donde se le antoje, los acusa de fanáticos, extremistas e intolerantes, y los exhorta a ser más ingeniosos en los insultos que le dediquen.
Publicado originalmente en CubaNet.
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos
No había un solo asesor principal de Clinton que apoyaba las sanciones contra la dictadura cubana, y Clinton pronto comenzó una serie de "obsequios" unilaterales a Castro, ocultos en el lenguaje de la política de "pueblo a pueblo". En consecuencia, me enfoqué en la necesidad de quitarle el embargo al Presidente de Estados Unidos y ponerlo dentro de los parámetros de la ley de Estados Unidos a través de legislación
Es una pena que mientras las naciones del mundo, incluida una gran parte de África, está buscando como mejorar la competitividad de sus economías, nuestros países todavía sigan de rehenes de una recua de hampones
En tres generaciones, los nativos americanos ya eran sacerdotes, profesores, políticos e historiadores, jamás se los trató mal, menos se practicó un genocidio. Además, el sentido de pertenencia a España era tan fuerte que durante las conspiraciones contra la corona que Simón Bolívar y otros organizaron, mal llamados Procesos Independentistas, los nativos pelearon a favor del Rey
El caos total llega cuando son el 80% o más: se establece un control absoluto del islam sobre la sociedad, eliminando toda forma de disidencia, respeto a los derechos humanos y libertad individual como ocurre en los países de mayoría musulmana
Esa retorica continuó hasta bien entrados los años 80. Por ejemplo, las notas de prensa del Periódico Granma y los discursos de Fidel Castro enfatizaban en la reducción de la influencia de la economía norteamericana en el mundo
In 1964, the U.S. consulate in Stanleyville was taken over by Congolese rebels of “Lumumbist” inspiration (associated with the African nationalist Patrice Lumumba), known as the Simba. For 111 days, they held hostages, only to be rescued in a joint U.S.-Belgian operation called Operation Dragon Rouge, in which the Cubans also participated
Las consecuencias son devastadoras. Podemos verlo hoy en día en sociedades gobernadas férreamente por minorías vociferantes que convencieron a las mayorías silentes de que no hay nada que hacer, en África, Asia, América Latina e incluso en Europa
De haberse prestado para aquella desvergüenza, Vargas Llosa hubiera quedado atrapado, quizás para siempre, en el chantaje del régimen de La Habana, como otros escritores y artistas. Y no hubiera sido el escritor ni el promotor del liberalismo clásico que fue
Pero lo de Unamuno fue un monólogo pues no quiso entablar un diálogo con Cristo que puede transformar a todo ser. No tuvo quietud interior para oírlo, como le ocurre al hombre de hoy que se queda solo con su propia existencia, con sus luchas; agónico hasta el final con su pensar y su vivir porque carece de espiritualidad y de profundidad. Porque le cuesta hacer un alto en esa loca carrera de la vida para encontrar a Dios y compartir sus inquietudes
Kennedy subvaloró la peligrosidad del régimen comunista instaurado en Cuba, que un año después facilitaría a los soviéticos instalar misiles nucleares apuntados contra Estados Unidos. Con su desidia y sus titubeos, le sirvió, en bandeja de plata, una victoria, más que todo propagandística, a Fidel Castro para seguir consolidando su dictadura comunista