
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos
De haber vivido el poeta en la década de 1960, hubiera ido a parar, en el mejor de los casos, a los campos de trabajo forzado de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, las tristemente célebres UMAP
Autores03 de diciembre de 2023 Luis CinoSin apenas haber tenido destaque en los medios de la cultura oficial en Cuba, pese a su importancia en la literatura cubana e hispanoamericana, en este 2023 se cumplieron 160 años del nacimiento (7 de noviembre de 1863) del poeta y periodista Julián del Casal y los 130 de su muerte (21 de octubre de 1893).
Autor de los libros Hojas al viento y Bustos y rimas, Julián del Casal, junto a José Martí y Rubén Darío (del que fue amigo), es de los máximos exponentes de la poesía modernista en Hispanoamérica.
Además de por sus innovaciones en su poesía, muy espiritual pero triste, de tono intimista y confesional, se destacó por escribir crónicas periodísticas con una prosa deslumbradora en el semanario La Habana Elegante y en los periódicos El Fígaro, La Discusión y otros.
Aunque nunca se pronunció abiertamente en pro de la independencia de Cuba, la mordacidad que mostró en una de sus crónicas en La Habana Elegante le acarreó problemas con las autoridades coloniales españolas. Pero esa fue la única ocasión en que tuvo algo que ver con la política.
Apasionado por la cultura francesa, en noviembre de 1888, cuando viajó a España, se propuso visitar París, pero unos meses después se vio obligado a regresar a Cuba sin poder cumplir su propósito por falta de dinero.
Julián del Casal murió el 21 de octubre de 1893, unos días antes de cumplir los 30 años, como consecuencia de la rotura de un aneurisma debido el ataque de risa que le provocó un chiste hecho durante una cena en casa de su amigo (y puede que amante, según dicen) el doctor Lucas de los Santos Lamadrid.
Sabiendo como son de mediocres los decisores castristas de la cultura oficial, es fácil de entender su desdén por Julián del Casal, a pesar de que como poeta y periodista estuvo a la par de Martí.
Imagínense ustedes, tan solemnemente envarados como son los comisarios culturales castristas, con el nacionalismo patriotero que se gastan en el monopolio de la patria y la cubanía, y con lo machistas y homofóbicos que son, cómo les podrá caer Julián del Casal, que era afrancesado, apolítico, fatalista, irreverente, adicto al opio y la morfina, homosexual y que, para colmo, murió, no en una guerra, sino de risa.
Seguramente, de haber vivido el poeta en la década de 1960, hubiera ido a parar, en el mejor de los casos, a los campos de trabajo forzado de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, las tristemente célebres UMAP.
Texto reproducido en El Nuevo Conservador por cortesía de su autor y la agencia Cubanet. Luis Cino Álvarez reside en Arroyo Naranjo, Cuba, y a pesar de la represión desde 1998 ejerce el periodismo independiente. Entre 2002 y la Primavera Negra de 2003 perteneció al consejo de redacción de la revista De Cuba. Fue subdirector de Primavera Digital. Es colaborador de CubaNet desde hace 20 años. Trabajó como profesor de inglés, en la construcción y la agricultura. Sueña con poder dedicarse por entero y libre a escribir narrativa. Le apasionan los buenos libros, el mar, el jazz y los blues.
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No había un solo asesor principal de Clinton que apoyaba las sanciones contra la dictadura cubana, y Clinton pronto comenzó una serie de "obsequios" unilaterales a Castro, ocultos en el lenguaje de la política de "pueblo a pueblo". En consecuencia, me enfoqué en la necesidad de quitarle el embargo al Presidente de Estados Unidos y ponerlo dentro de los parámetros de la ley de Estados Unidos a través de legislación
Es una pena que mientras las naciones del mundo, incluida una gran parte de África, está buscando como mejorar la competitividad de sus economías, nuestros países todavía sigan de rehenes de una recua de hampones
En tres generaciones, los nativos americanos ya eran sacerdotes, profesores, políticos e historiadores, jamás se los trató mal, menos se practicó un genocidio. Además, el sentido de pertenencia a España era tan fuerte que durante las conspiraciones contra la corona que Simón Bolívar y otros organizaron, mal llamados Procesos Independentistas, los nativos pelearon a favor del Rey
El caos total llega cuando son el 80% o más: se establece un control absoluto del islam sobre la sociedad, eliminando toda forma de disidencia, respeto a los derechos humanos y libertad individual como ocurre en los países de mayoría musulmana
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