
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos
León y yo nos reuníamos de vez en cuando para ir a ver alguna película extranjera, o al Village, para escuchar a algún cantante desconocido, como en el caso de Bob Dylan
Autores23 de mayo de 2023 Iván AcostaRecordando a Leoncito
Conocí a León Rodríguez Ichaso, en 1968. Habíamos asistido a una presentación de cine experimental “under ground”, en el bajo Manhattan. Enseguida hicimos liga. A León le gustaba el Rock and Roll, a mí también. A través de los años, off and on, nos mantuvimos en contacto. Conocí a sus padres, el ilustre poeta y pensador, Justo Rodríguez Santos, y a su querida mamá, escritora radial, Antonia, que siempre que nos despedíamos me decía, Iván, cuídame a Leoncito. Allí también conocí a su talentosa hermana periodista, Mari.
León y yo nos reuníamos de vez en cuando para ir a ver alguna película extranjera, o al Village, para escuchar a algún cantante desconocido, como en el caso de Bob Dylan. A veces nos reuníamos un grupito de amigos y nos íbamos en mi cacharrito a pasarnos un fin de semana en las lindas playas Wildwood en el sur de New Jersey.
Cuando fundamos el Centro Cultural Cubano de Nueva York, León asistía de vez en cuando a las reuniones. En febrero de 1973, tuve el honor de dirigir el Primer Festival de Arte Cubano en Nueva York, en la majestuosa catedral, Saint John The Devine, León estrenó uno de sus cortos experimentales.
Más adelante fuimos conociendo a Mariano Ros, Paul Echaniz, Manuel Arce, Octavio Soler, y al estupendo cineasta, Orlando Jiménez Leal, quien se convertiría en cuñado oficial de León. En el verano de 1975, fundamos la sede oficial del CCCNY, con una galería de arte, un café- teatro, y una salita teatral con 100 asientos. Allí presentamos más de 25 obras teatrales de autores cubanos y latinoamericanos.
Cuando terminé de escribir, El Super, contacté a la primera actriz, Zully Montero, a Raimundo Hidalgo-Gato, a Reinaldo Medina, a Juan Granda, a Ofelita Abril, y a Lula Santos. El 5 de noviembre de 1977, cuando estrenamos, El Super, a sala llena. La obra se mantuvo en escenario por más de 12 fines de semana. Reinaldo Medina y Mariano Ros, le insistieron a León, para que viniese a ver el “success” teatral. León vino a ver la obra varias veces. Luego, junto a su amigo productor Manuel Arce, y en aquel entonces, su cuñado, Orlando Jiménez Leal; me solicitaron los derechos para filmar la obra.
Han pasado más de cuatro décadas y aquella humilde pieza teatral continúa dando que hablar. Gracias a la visión y perseverancia de León, y a los conocimientos fílmicos de Orlando, la obra original de teatro, se convirtió en una película para la historia. El Super, le abrió las puertas a León, quién por su creatividad, ahínco y patriotismo, se
convertiría en uno de los cineastas cubanos más reconocidos del mundo.
Nuestro más sincero pésame a su querida hermana Mari; familia y amigos, que lo quisieron en vida y lo querrán por siempre en la memoria. Que Descanses en Paz, querido Leoncito.
Iván Acosta es escritor, dramaturgo, compositor y cineasta. En 1961 escapó del comunismo cubano y se exilió en Manhattan. Sirvió por 6 años como paracaidista en la División 101 y estudió cine en The City College of New York (CUNY). En 1972 fundó el Centro Cultural Cubano de Nueva York. Su obra teatral El super (1977) fue llevada al cine en 1979, siendo hasta hoy la película más premiada del exilio cubano. Ha escrito 16 obras de teatro (Grito 71, La ventana de los chéveres, Cuba: Punto X, Un cubiche en la luna, Recojan las serpentinas que se acabó el carnaval), dirigido centenares de videos comerciales y más de una decena de filmes (Amigos, Rosa y el ajusticiador del canalla, Candido manos de fuego, Cómo se forma una rumba).
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos
No había un solo asesor principal de Clinton que apoyaba las sanciones contra la dictadura cubana, y Clinton pronto comenzó una serie de "obsequios" unilaterales a Castro, ocultos en el lenguaje de la política de "pueblo a pueblo". En consecuencia, me enfoqué en la necesidad de quitarle el embargo al Presidente de Estados Unidos y ponerlo dentro de los parámetros de la ley de Estados Unidos a través de legislación
Es una pena que mientras las naciones del mundo, incluida una gran parte de África, está buscando como mejorar la competitividad de sus economías, nuestros países todavía sigan de rehenes de una recua de hampones
En tres generaciones, los nativos americanos ya eran sacerdotes, profesores, políticos e historiadores, jamás se los trató mal, menos se practicó un genocidio. Además, el sentido de pertenencia a España era tan fuerte que durante las conspiraciones contra la corona que Simón Bolívar y otros organizaron, mal llamados Procesos Independentistas, los nativos pelearon a favor del Rey
El caos total llega cuando son el 80% o más: se establece un control absoluto del islam sobre la sociedad, eliminando toda forma de disidencia, respeto a los derechos humanos y libertad individual como ocurre en los países de mayoría musulmana
Esa retorica continuó hasta bien entrados los años 80. Por ejemplo, las notas de prensa del Periódico Granma y los discursos de Fidel Castro enfatizaban en la reducción de la influencia de la economía norteamericana en el mundo
In 1964, the U.S. consulate in Stanleyville was taken over by Congolese rebels of “Lumumbist” inspiration (associated with the African nationalist Patrice Lumumba), known as the Simba. For 111 days, they held hostages, only to be rescued in a joint U.S.-Belgian operation called Operation Dragon Rouge, in which the Cubans also participated
De haberse prestado para aquella desvergüenza, Vargas Llosa hubiera quedado atrapado, quizás para siempre, en el chantaje del régimen de La Habana, como otros escritores y artistas. Y no hubiera sido el escritor ni el promotor del liberalismo clásico que fue
En este libro de trasfondo biográfico, Vargas Llosa da forma literaria a su relación con su tía Julia Urquidi, divorciada y 10 años mayor (14 en esta ficción autobiográfica). Una relación a la que se oponía su padre con todas sus fuerzas, y que en la sociedad limeña de los años 1950 era un escándalo. El contrapunto viene de la mano del personaje de Pedro Camacho, un excéntrico folletinista radiofónico y compañero de trabajo de "Varguitas"
Pero lo de Unamuno fue un monólogo pues no quiso entablar un diálogo con Cristo que puede transformar a todo ser. No tuvo quietud interior para oírlo, como le ocurre al hombre de hoy que se queda solo con su propia existencia, con sus luchas; agónico hasta el final con su pensar y su vivir porque carece de espiritualidad y de profundidad. Porque le cuesta hacer un alto en esa loca carrera de la vida para encontrar a Dios y compartir sus inquietudes
La fiscal fue referida al Departamento de Justicia de Estados Unidos para una investigación sobre fraude hipotecario, pero se estima que un caso federal es inminente