Las amargas reflexiones de Panait Istrati sobre el comunismo soviético y su repulsa al régimen de Stalin las recogió en el libro Rusia al desnudo, que le costó ser excomulgado y acusado de trostkista y hasta de fascista
Censura
Cuando en 1967 le confirieron a Asturias el Premio Nobel de Literatura —fue el segundo latinoamericano en recibirlo, luego de la chilena Gabriela Mistral en 1945— muchos escritores izquierdistas latinoamericanos, entre ellos Gabriel García Márquez, lo atacaron con saña, calificándolo de “traidor” y “vendido”
“En los países islámicos es imposible pintar una caricatura en contra del profeta Mahoma, y en el caso de Cuba, hay límites en el humor con relación a los figuras históricas de la revolución”
La dictadura ejerce presión sobre periodistas, medios de prensa, universidades y cualquier libre pensador. Pero eso no debería ser sinónimo de autocensura, puesto que entre un dictador abusivo y un pueblo que lo acepta, hay una complicidad enfermiza
Pero entre los héroes de ficción castristas hubo algunos que alejados del realismo socialista, demasiado de carne y hueso, disgustaron y encolerizaron a los mandamases y sus comisarios
Casey fue un tipo “raro” para los comisarios del castrismo: fascinado por la muerte, que tartamudeaba su homosexualidad a los cuatro vientos y que se fue de Cuba huyendo de la homofobia de Estado
Ernesto Lecuona, un virtuoso del piano, fue de los primeros en cruzar el muro entre la llamada música culta y la popular: lo mismo tocaba acompañado por una orquesta sinfónica que por los Lecuona Cuban Boys
Durante meses hubo mucha expectativa por Now and then. Había que ver si el trabajo hecho en Free as bird y Real love para Anthology, en 1995, cuando Now and then fue desechada, podía ser superado
Aquella carta enfureció a Fidel Castro, que no escatimó insultos contra los firmantes, a los que acusó de ser agentes del imperialismo. Y los comisarios culturales le hicieron coro, secundando su rabieta
¿Por qué todo artista debería oponerse a que este humorista cubano sea encarcelado en su casa?
El motivo de la condena: cumplir con su deber de "satirizar las deficiencias de su sociedad". Algo que en el socialismo real supone un grave delito
Los porqués del demoledor triunfo de Donald J. Trump y el tsunami rojo
Trump sobrepasó los 300 votos electorales contra 226 de Kamala Harris. Una diferencia de 75 sufragios del Colegio Electoral y casi los 93 que había en juego en los siete llamados estados “bisagra”. Todos se los llevó Trump. Una clara paliza a Harris y a la extrema izquierda de Bernie Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar y muchos otros congresistas y donantes
El tiempo ha transitado por nuestra tierra, con su paso lento y continuo, y nos ha visto empobrecernos y entristecernos, nos ha visto sufrir en silencio y a gritos, pero siempre al ritmo obsesivo de las voces de mando que nos piden seguir caminando “Hasta la victoria siempre”
Ustedes ya no serán nunca el signo de la esperanza, del porvenir deseable, de la ilusión que lleva a entregar la vida
Camila Acosta: La intolerancia ante los mitos y las mentiras
En un programa dominicano, le intentaron rebatir que en la Isla hubiese una dictadura, asegurando que el país era “un referente para la región en muchos aspectos”
Trump y los republicanos ganaron a lo grande con la ayuda de los demócratas que estaban hartos de la locura de la izquierda. Así lo reflejaron tanto los que votaron como los que decidieron no hacerlo. Un votante demócrata tradicional que sí votó por Kamala, en realidad votó tácitamente por Trump. Antes había «demócratas de Reagan». Ahora hay demócratas de Trump. Esto hay que aprovecharlo