Sostienen que Hollywood es un laboratorio sociológico y que sus multimillonarios actores son necesarios factores de cambio social. Que Superman existe y que alguna vez pisó las calles de Los Ángeles, y que los artistas “revolucionarios” son los que van a cambiar el mundo
De lo humano y lo que no
Las llamadas Ciencias Políticas y la Sociología, no son ciencias, pero al vestirse con la toga y el birrete, quieren ser científicas a como dé lugar. Y con tal de hacerse un espacio en el teatro social, mienten descaradamente
Bogaciones14 de junio de 2023 Andrés R. RodríguezEl ser humano que solo es capaz de trabajar y producir con sus manos y apenas vislumbrar lo que sucederá el mes que viene, siente una gran admiración por el individuo que es capaz de trabajar con la cabeza y puede proyectarse 3, 6, 10 jugadas por delante.
Pero es un sentimiento ambivalente, de amor-odio. A la vez de envidia y celo, que con frecuencia pone traspiés, algunas veces elimina. Todo mediocre es plenamente consciente de que en justa competencia, el enérgico lo aventajaría siempre.
Toda nuestra emergencia civilizatoria se la debemos a las pocas veces que los más inteligentes han logrado reunirse, cooperar, y no ser diluidos en la mediocridad de la masa
Dice Marx que la humanidad ha sido una eterna lucha de clases, de los buenos, la mayoría proletaria, por los malos, los que sobresalen aplastando. En realidad, ha sido exactamente lo contrario: la historia humana ha sido un constante aplastamiento del talento y del genio, por la masa inercial, por los muchos.
Cuando luego de la Ilustración (s XVIII) comenzaron a acumularse grandes cantidades de conocimientos en las mentes de algunos seres humanos, se destacó que algunos tenían una fuerte ventaja competitiva y cuando se unían en team work, eran muy creativos.
Toda nuestra emergencia civilizatoria se la debemos a las pocas veces que los más inteligentes han logrado reunirse, cooperar, y no ser diluidos en la mediocridad de la masa.
El fenómeno de la emergencia de Inglaterra como superpotencia en el siglo XVIII, se debió a que crearon un “contrato social” en que se permitía y facilitaba formar pequeñas elites creativas, el mejor ejemplo el de los Lunáticos de Birmingham. Allí se reunieron nada menos que Matthew Bolton y James Watt, desarrolladores de la primera máquina de vapor, y los abuelos de Darwin: materno (Josiah Wedwood) y paterno (Erasmus Darwin).
Las humanidades se apoyan en asertos y teatro, adosados con algunos miligramos de ciencia
Con seguridad, alli la máquina de vapor de Watt recibió un empujón evolutivo: lo palanqueo un grupo de amigos excepcionales (team work). Y este fue el corazón de la industrialización planetaria y la emergencia civilizatoria.
Las humanidades en general son afirmaciones no demostradas de personas hábiles con la palabra. Lo humanístico es intuitivo y subjetivo, no experimental, científico o ingenieril. Las humanidades se apoyan en asertos y teatro, adosados con algunos miligramos de ciencia. En especial las llamadas Ciencias Políticas y la Sociología, no son ciencias, pero al vestirse con la toga y el birrete, quieren ser científicas a como dé lugar. Y con tal de hacerse un espacio en el teatro social, mienten descaradamente.
La crisis mayor del saber humano hoy radica en las muy mal llamadas Ciencia Políticas, donde los “profesores” son políticos que alguna vez ejercieron el poder. Entonces mintieron, robaron, incumplieron mil promesas. Luego, les hacen profesores. ¿Qué es lo que enseñan estos “profes” ¿Fraude I y II?, ¿Desfalco I, II, III? ¿Palabrería I y II?
La Academia, ha traicionado a Occidente. Entre otras cosas, porque en Humanidades acepta académicamente concepciones de dudosa certitud, pero que desmontan el cuerpo social que duramente hemos ido creando en el Proceso Civilizatorio. Entre estas el marxismo, el buenismo, el igualitarismo. Pero, además, el academicismo minimiza o silencia planteamientos alternativos, con su tendencia a lo pomposo y a crear exclusividad en el acceso a los micrófonos. Ser bueno indiscriminadamente, es ser malo en los hechos.
*Andrés R. Rodríguez es un investigador, biólogo, profesor y escritor cubano exiliado en Estados Unidos. Autor de no pocos libros: "Havana 500 Anniversary”, "Caribbean Touristic Dictionary”, "Destellos al Alba”, "Lista de nombres comunes y científicos de peces marinos cubanos", "Peces marinos importantes de Cuba", "Ecología actual, conceptos fundamentales”, "Maritime Dictionary”, "Fábulas vivas", "Colonial Havana˗Trinidad”, "Ecología para Ecoturismo" y "La verdad es llama”.
Karl Marx pretendió que el filósofo debe querer cambiar al mundo, transformarlo. Siguiendo esta actitud, millones de “profesores” actuales mantienen ideas elevadas, que hacen aterrizar con velocidad de guillotina. Se ven en el papel de sumos sacerdotes, cuando menos de iniciados e intérpretes, pero en los hechos han resultado los verdugos de Occidente
¿Por qué apoyó Fidel Castro la invasión soviética de Checoslovaquia?
Culpaba de la situación a “las reformas económicas burguesas” y a que “el Partido Comunista Checoslovaco, cediendo a las demandas de los intelectuales y de otros liberales, había renunciado a ejercer la dictadura del proletariado”
Como sucede en cualquier otro campo humano, la libertad creativa se sostiene en la propiedad privada de los medios de producción. Si los teatros son propiedad estatal, como acontece en Cuba y otras dictaduras socialistas, será el Estado quien decida lo que es arte y lo que no
Las expectativas de los cubanos ante la situación en Venezuela
Muchos creen que Maduro ganará por cansancio de sus oponentes. Otros creen que la presión internacional conseguirá dar al traste con la dictadura de Maduro
La incursión ucraniana en territorio ruso acerca una negociación: ¿qué pedirá Putin?
Antes del 20 de enero del 2025 y el discurso inaugural en Washington ¿logrará Ucrania consolidar una zona de amortiguamiento en Kursk? Difícil tarea, considerando los ataques diarios de misiles para los cuales no tiene adecuada defensa a los que la somete Rusia sin que los medios occidentales logren comunicar cuán terrible es
La ideología marxista, que arraigó en nuestra isla, es particularmente excluyente. “Las calles son de los revolucionarios”, “la universidad es para los revolucionarios”, “socialismo o muerte”, “al que no le guste esto que se vaya”…, los que piensan diferente son “gusanos”, son “escoria”