Nos están deshumanizando en nombre del humanismo. Un humanismo que pretende descansar en la masa, que desprecia al individuo y martilla lo excepcional. Un humanismo irrealista, etéreo, lunático
Andrés R. Rodríguez
El ser humano resentido y envidioso, el clásico igualitarista, no pretende la igualdad para él tener más empuje, porque esto le es negado genética, culturalmente o por azar. Lo que realmente quiere es frenar la capacidad de empuje de los más audaces y capaces
¿Para qué la vida ha subido por el árbol de la vida, si ahora nos quieren primitivamente iguales, como los fueron por millones de años átomos, coacervados, bacterias y hongos? ¿Para qué subimos por la escalera de la vida y dejamos atrás la primitiva igualdad?
Puede agravarse cuando esta “clase” con vocación de escenificar, gritar y pedir, desciende hacia la lucha de clases callejera, donde generalmente participan en rejuegos políticos. Y se organizan en “partidos políticos”, que en realidad son lanchas de desembarco para ir a tomar el botín acumulado por los realmente productivos
Occidente pierde su ímpetu civilizatorio entre tanto miope especialista
La filosofía, que tiene mucho más de arte que de ciencia, se ha pretendido palanca para mover el mundo y “comprenderlo”. El resultado no puede ser más desastroso...
El lento, el lerdo, el pusilánime, mide cada paso, va mirando al de adelante y comparando huellas. Es envidioso por definición. Va opinando, va criticando cada paso de los de adelante. La mayoría de las veces, cuando logra colocarse en vanguardia, lo hace mal y cede
El notable avance civilizatorio actual y todas las comodidades que nos rodean, se deben a la economía y sus leyes, pero, sobre todo, son consecuencia de los soterrados y milagrosos equilibrios entre seres humanos excepcionales
Los hombres y mujeres que fundaron el occidente industrializado, eran improvisadores, místicos, viajeros, aventureros, curiosos, conquistadores, pioneros, a veces crueles, casi siempre excepcionales, aunque arrodillados a su época. Nada tenían que ver con la mayoría de la juventud actual: fotocopiada, banal, acristalada, hormonada, nexflixada
El amor en tiempos del Covid 19 y los zombis tecnotrónicos
La promiscuidad es un herbicida en el rosal que es el amor de pareja. Pretender demoler y convertir en negativo el mito del príncipe y la princesa que se buscan y reproducen en un tercero
El marxismo, Vladimir el Terrible y el gatillo de una Makarov
Las sociedades marxistoides e igualitaristas, implosionan desde su propia estupidez. Allí los individuos resentidos y envidiosos se dedican abiertamente a reducir y hasta a eliminar a los que les son superiores en inventiva e inteligencia...
Un gordo barbudo, sentado en una biblioteca de Londres, descubrió que todo es parte de una tal lucha de clases. Y dijo “No se trata de interpretar al mundo sino de transformarlo”
Sobre revoluciones y resbalones: del bulldozer de Santa Clara al siglo XXI
Los decididos jóvenes de los 60’s y 70’s y hasta 80’s, creyeron que su aporte al mundo no pasaba por estudiar ingeniería o ciencia, sino por aprender a matar soldaditos rasos en emboscadas
Los mandamases castristas deberían imitar la NEP y no al estalinismo
Ante la desastrosa situación social y económica en que estaba Rusia luego de más de cuatro años de guerra civil, Lenin, con la NEP, optó por la adopción de un capitalismo de Estado que sustituyera al comunismo de guerra que estuvo vigente desde el triunfo de la revolución bolchevique de octubre de 1917
A golpe de himno (Bayamo y los patriotas del 68)
En Bayamo “un tremor de misterio recorría la ciudad”, como nos ha deja escrito José Maceo Verdecia en su gran obra Bayamo.[i] Los criollos, cansados ya de medidas, represalias y tiranía, y con más ansias de libertad que nunca, conspiraban en contra de España
Ese derrotismo afecta nuestra autoestima nacional y favorece a la dictadura
Ambos imperios, desde sus orígenes, se basan en la degradación del individuo, arrodillándolo al grupo, a la patria, mediante la gloria militar. Ello es parte del DNA ruso y chino