
Es en la persona de Alexander Solzhenitsyn donde se concreta la imagen arquetípica del disidente contemporáneo, el hombre que da voz al horror silente, el hombre que articula el relato de los que yacen en fosas comunes
Pretender que el progreso es una enérgica marcha hacia la igualdad y que implica “justicia social” para los preteridos y "empoderar” a los marginados, es una mentira tan grande como un templo
Bogaciones27/12/2024 Andrés R. RodríguezEl concepto de progreso fue un gran salto con respecto a criterio previo al Medioevo que no se concebían evolutivas, se asumían sociedades estáticas. Hoy esa concepción no encuentra oposición, sería muy ilógico concebir el cuerpo social como no progresivo. Pero pretender que el progreso es una enérgica marcha hacia la igualdad y que implica “justicia social” para los preteridos y "empoderar” a los marginados, es una mentira tan grande como un templo. Porque en la naturaleza (y una sociedad humana es naturaleza transformada), la competencia es esencial para su evolución, y competencia implica que algunos sean marginados. ¿Puede una sociedad hacernos todos iguales, que no haya marginales? No.
El progreso actual no se debe a progresistas, ni a Robin Hood, se debe a los métodos súper selectivos y neo aristocráticos que son propios de la ciencia y la ingeniería creada en sociedades industrializadas. La discriminación actúa en la modernidad en el silencio de los laboratorios, con parsimonia y alevosía, con sistemático saludable cuestionamiento, dudando incluso de los resultados más consistentes, pero sin destruir el todo ya estructurado.
El progreso se ha asentado en la extrema selectividad mental que impera en círculos científicos-tecnológicos. El progreso no depende de artistas ni filósofos y su relación con la farándula es turbia porque esta es saltibanquesca, carnavalesca, peliculera. No han sido artistas, poetas o políticos los que nos han hecho emerger de la barbarie zoológica o de la miseria medieval. No han sido filósofos los que en sus preguntas eternas (Solo las mismas dudas nos han dejado Kant, Hegel, Nietzsche, Marx), han dado con la vía. Ha sido el intercambio de ideas en las ciudades (que alguna vez fueron burgos y albergaron burgueses) y en su ágora más excelsa: la duda sistémica o cartesiana propia de la ciencia y mediante la transmisión precisa de la información que es propia de la tecnología y la ingeniería.
Actualmente existe en las sociedades industriales una capa de población que antes no existía. Se trata de millones de burócratas, artistas, funcionarios que reciben una parte de la enorme productividad industrial. De esta manera medran sobre el constructo social una nueva y masiva capa de cortesanos, mediocres de toda talla, oportunistas, saltimbanquis roba-cámara, acarreadores y maquilladores de la verdad que satisface al poder. Ello esta mediocrizando las sociedades industriales occidentales y permitiendo que sociedades en proceso de industrialización de oriente emerjan de su retardo colectivista y medieval. En especial los saltimbanquis multimillonarios de Hollywood y los burócratas de innumerables organizaciones internacionales participan alegremente en la degradación de occidente.
Aclaro que mediocre es el que culpa a los otros o al sistema de su ineptitud y sus miserias. Le preocupa la igualdad por pura envidia a todo lo que tenga empuje, a todo lo que brille. Típicamente, la intelectualidad “buenista” es mediocre y progre, pero eso no quiere decir que sean pro-progreso. En los hechos, son pro-regreso.
Las ideas ilusas, poco razonadas e inviables de los utópicos progres, en realidad cada vez que han sido tratadas de concretar, han terminado en tragedia. Porque una cosa es ser soñador y otra tener mente prospectiva. Y esto último escasea entre los progres, que en el 95% de los casos, se guía más por sus instintos que por su comedimiento.
Habrá que ver si las sociedades orientales están aceptando la esencia del humanismo cristiano que fue el que permitió la emergencia moral de Europa y Occidente, o en nombre de un nuevo orden mundial y el progreso, estamos en un proceso de disfrazado retroceso, de degradación ética y moral global. ¿Reculamos hacia la satrapías orientales a lo 1984? ¿Seremos un mundo feliz?
Es en la persona de Alexander Solzhenitsyn donde se concreta la imagen arquetípica del disidente contemporáneo, el hombre que da voz al horror silente, el hombre que articula el relato de los que yacen en fosas comunes
El mandato de silencio, justificado bajo la falacia de la intemporalidad política, ha inoculado la sospecha y la autocensura como prerrequisitos de supervivencia intelectual
El peso simbólico de esta nación imaginada en la conciencia ha generado una narratividad febril, anclada en una secularidad histórica y proto-nacionalista. Cuba nació como un imaginario, como un modelo de paraíso
El wokismo, como casi toda formulación dialéctica e ideológica, termina siendo un concepto elástico que agrupa a un disenso prefigurado desde el aparato político del Estado
La meta es convertir los individuos en masa sumisa, suicida, sin auténticas ambiciones que trasciendan al Estado protector, cegador, silenciador. Hoy la socialdemocracia globalista es su más elevado escenario. Peligro mortal
Las consecuencias son devastadoras. Podemos verlo hoy en día en sociedades gobernadas férreamente por minorías vociferantes que convencieron a las mayorías silentes de que no hay nada que hacer, en África, Asia, América Latina e incluso en Europa
En 1884, a propósito de un notable ensayo del filósofo inglés Herbert Spencer, Martí escribió el artículo “La Futura esclavitud” que publicó en Nueva York. Nos dice muy muy claramente cual es su pensamiento acerca del socialismo, comunismo o colectivismo
El éxodo es un desliz filoso donde las laceraciones y las esperanzas confluyen en los deseos. El éxodo es el pasaje trágico donde dejamos de ser, con la esperanza —con la vaga esperanza— de renacer en una tierra que nos es ajena, ajena en las memorias, en las vivencias y en las alucinaciones
Es en la persona de Alexander Solzhenitsyn donde se concreta la imagen arquetípica del disidente contemporáneo, el hombre que da voz al horror silente, el hombre que articula el relato de los que yacen en fosas comunes
Las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Bolivia se saben en la misma condición que la de Venezuela. Los gobiernos paradictatoriales ya han empezado a actuar a favor de los intereses criminales de sus mandantes
Ambos atentados nos remiten inevitablemente al apuñalamiento que sufrió Jair Bolsonaro en 2018, o el disparo que rozó la oreja de Donald Trump el 2024
A la entrada de aquellos recónditos campamentos, rodeados por alambradas de púas y vigilados por guardias con armas largas, letreros reminiscentes del que hubo en Aushwitz, proclamaban: “El trabajo os hará hombres”
"Y aprendes el terror donde el vacío devora campanarios, ese lugar por donde escapas con astucia de mago, hasta que eres todas las palabras"
En sus últimos años no le hacía mucho favor la imagen de un anciano testarudo y frágil que escribía confusos editoriales para CubaDebate y el periódico Granma que llamaba Reflexiones y firmaba como “Compañero Fidel”, en los que hacía predicciones apocalípticas y uso y abuso del corta y pega
Hombre renacentista, además del arte y la arquitectura, le fascinaba la poesía. Escribió en varias revistas como Verbum, Espuela de Plata, Nadie Parecía, Orígenes, y con la ayuda de José Lezama Lima, en 1940 publicó un libro de poemas
A diferencia de las revoluciones de Francia y de las Trece Colonias, la Revolución Bolchevique impuso al Estado sobre el individuo, conculcándole sus libertades civiles y políticas
Es tan torpe el régimen tardo-castrista que quiere vender, no solo al mundo exterior, sino a los propios cubanos en medio de su cotidianidad dolorosa, la imagen de un país muy diferente al real
La respuesta la tiene uno de los mayores expertos bolivianos en la materia, Mauricio Ríos García