
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos
Acá es válida una interrogante: ¿El indigenismo es, realmente, una manera de reivindicar a los pueblos originarios de Hispanoamérica?
Autores04 de febrero de 2025 Hugo BalderramaTenemos que reconocer algo: La izquierda es la maestra en la construcción de narrativas mentirosas y cuentos engañosos. Un claro ejemplo de eso, son todos los colectivos que crearon a partir de la Tricontinental del año 1968 y del Foro de Sao Paulo de inicios de la década del 90.
Sin la menor vergüenza, dejaron de fusilar homosexuales para encabezar las marchas LGTB. Tampoco les molestó que Ernesto Guevara, El Che, pase a ser un emblema en las marchas feministas, cuando en su vida privada abusó sexualmente de sus empleadas, una de ellas una anciana de más de 70 años. Además, fue el propio Guevara que dijo: «Los indios bolivianos son como animales», algo que no les importa a quienes usan su fotografía como fetiche de los movimientos indigenistas.
Acá es válida una interrogante: ¿El indigenismo es, realmente, una manera de reivindicar a los pueblos originarios de Hispanoamérica?
En Bolivia tenemos antecedentes del indigenismo salidos de la pluma de Fausto Reinaga, quien, con una retórica muy similar al racismo de los nazis, hablaba de la necesidad de «liberar» al indio del individualismo de Occidente. A nivel de la región, las declaraciones de Barbados, promulgadas entre 1970 y 1990, aunque usando un lenguaje más sibilino, dicen exactamente lo mismo.
En este punto, vale otra pregunta: ¿En pleno 2024, podemos afirmar la existencia de pueblos originarios en Hispanoamérica?
Para que yo, un simple escritor y profesor boliviano, esté redactando estas líneas en este momento, léalo bien, tuvieron que reproducirse 6824 personas desde 1492, que es el año de la llegada de España a América.
Asimismo, la mayoría de las personas pueden rastrear su árbol genealógico como máximo tres o cuatro generaciones atrás. Sin embargo, gracias al análisis genotípico una mirada hacia milenios largamente olvidados es posible. Es decir, que nadie puede reclamar ser un individuo de sangre exclusivamente aborigen porque eso es, básicamente, una imposibilidad estadística y biológica.
En cuanto a temas culturales, le tengo una noticia, somos hispanos, pues no se entiende nuestro día a día sin la influencia de España, empezando por cosas tan básicas como el idioma y la gastronomía. Al respecto, Carlos Rangel, en su libro: Del buen salvaje al buen revolucionario, explica que fueron los españoles quienes trajeron el cerdo, la vaca, la gallina, los corderos y los caballos a América, creo que no es necesario señalar que son las proteínas que se consumen en la totalidad de los platillos de Hispanoamérica.
Ergo, si el indigenismo no es más que una suma de falacias y sofismas, y nadie puede reclamar ser un indígena de raza pura, sus planteamientos y reclamos no tienen validez real. No obstante, fueron usados para otra cosa: Camuflar y justificar los crímenes de personajes como Evo Morales, Álvaro García Linera y Felipe Quispe (El Mallku).
De hecho, el indigenismo pegó tan fuerte, que personajes de la «oposición» boliviana no se atreven a calificar a Felipe Quispe como lo que fue: un criminal. Por ejemplo, Jorge Quiroga, con motivo del fallecimiento de Quispe en enero del 2021, en su cuenta de X, publicó lo siguiente: «El Mallku fue el líder aimara más relevante de las últimas décadas que defendía sus ideas con intransigente firmeza, dialogaba y cumplía compromisos asumidos».
En conclusión, el indigenismo ha disfrazado de etnias imaginarias a pandilleros, narcos y sicarios. No son indígenas, son hampones.
La primera vez que escuché su nombre fue en los medios de comunicación del régimen de La Habana, controlados por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Lincoln fue muy odiado por Fidel Castro y sus acólitos
No había un solo asesor principal de Clinton que apoyaba las sanciones contra la dictadura cubana, y Clinton pronto comenzó una serie de "obsequios" unilaterales a Castro, ocultos en el lenguaje de la política de "pueblo a pueblo". En consecuencia, me enfoqué en la necesidad de quitarle el embargo al Presidente de Estados Unidos y ponerlo dentro de los parámetros de la ley de Estados Unidos a través de legislación
Es una pena que mientras las naciones del mundo, incluida una gran parte de África, está buscando como mejorar la competitividad de sus economías, nuestros países todavía sigan de rehenes de una recua de hampones
En tres generaciones, los nativos americanos ya eran sacerdotes, profesores, políticos e historiadores, jamás se los trató mal, menos se practicó un genocidio. Además, el sentido de pertenencia a España era tan fuerte que durante las conspiraciones contra la corona que Simón Bolívar y otros organizaron, mal llamados Procesos Independentistas, los nativos pelearon a favor del Rey
El caos total llega cuando son el 80% o más: se establece un control absoluto del islam sobre la sociedad, eliminando toda forma de disidencia, respeto a los derechos humanos y libertad individual como ocurre en los países de mayoría musulmana
Esa retorica continuó hasta bien entrados los años 80. Por ejemplo, las notas de prensa del Periódico Granma y los discursos de Fidel Castro enfatizaban en la reducción de la influencia de la economía norteamericana en el mundo
In 1964, the U.S. consulate in Stanleyville was taken over by Congolese rebels of “Lumumbist” inspiration (associated with the African nationalist Patrice Lumumba), known as the Simba. For 111 days, they held hostages, only to be rescued in a joint U.S.-Belgian operation called Operation Dragon Rouge, in which the Cubans also participated
El régimen, siempre tan dado a los eufemismos, desde la época de Fidel Castro y hoy más con sus continuadores, mediante su uso, trata hipócritamente de encubrir las tristes realidades resultantes de la crisis socio-económica, la más grave de la historia de Cuba
No se trata de negar nuestros sentimientos. Se trata de seguir el camino elegido a pesar de ellos, se trata de darnos cuenta de que, al final, lo que nos define es lo que elegimos vivir, y no el modo en que otros reaccionen ante lo que hemos elegido
De haberse prestado para aquella desvergüenza, Vargas Llosa hubiera quedado atrapado, quizás para siempre, en el chantaje del régimen de La Habana, como otros escritores y artistas. Y no hubiera sido el escritor ni el promotor del liberalismo clásico que fue
En este libro de trasfondo biográfico, Vargas Llosa da forma literaria a su relación con su tía Julia Urquidi, divorciada y 10 años mayor (14 en esta ficción autobiográfica). Una relación a la que se oponía su padre con todas sus fuerzas, y que en la sociedad limeña de los años 1950 era un escándalo. El contrapunto viene de la mano del personaje de Pedro Camacho, un excéntrico folletinista radiofónico y compañero de trabajo de "Varguitas"