Algunos días después emprendimos nuestro viaje. Por el monte espeso, por aquella manigua ahora desierta, andaban los novios como exploradores. Luis decía que era práctico y que muchas veces había llegado hasta aquellos lugares. Patria, Rosendo y yo los seguíamos
Soy Cuba: un engendro artificioso y esperpéntico
Comprender la estrambótica estética de Kalatozov y explicarme, más allá de la fotografía de Urusevsky, el porqué de la fascinación de Coppola, Scorsese y otros pejes hollywoodenses por "Soy Cuba"
Historia16 de agosto de 2024 Luis CinoLa película Soy Cuba, del director georgiano Mijaíl Kalatozov (1903-1973) y que fuera la primera coproducción entre Mosfilm (Unión Soviética-Rusia) y el Instituto Cubano de Cine e Industria Cinematográficos (ICAIC), cumplió 60 años en julio pasado.
En su época, Soy Cuba constituyó un rotundo fracaso, pero más de medio siglo después de su estreno, empezó a ser considerada por muchos especialistas como una película de culto.
Kalatozov, que en 1957 había realizado Cuando vuelan las cigüeñas, premiada en el Festival de Cannes, llegó a La Habana en febrero de 1963 al frente de un equipo de realización que incluía al destacado director de fotografía Sergei Urusevsky, con el propósito de hacer una ambiciosa película sobre la revolución de Fidel Castro, cuando aún estaba fresca la Crisis de los Misiles de octubre de 1962.
El rodaje de Soy Cuba, que se inició el 26 de febrero de 1963, con una filmación en lo que quedaba del barrio Las Yaguas, duró un año y dos meses.
Enrique Pineda Barnet y el poeta Evgueni Evtushenko fueron los encargados del guion. La música corrió a cargo del compositor Carlos Fariñas. La voz en off de la actriz Raquel Revuelta fue utilizada como si fuera la voz del pueblo cubano.
A la premier de la película, efectuada el 30 de julio de 1964, en el cine La Rampa, asistió el presidente Osvaldo Dorticós.
La película, para la que no se escatimaron recursos, resultó un engendro artificioso y esperpéntico. Con demasiado seudo-folclor y un exceso de utopía revolucionaria, Cuba era presentada, luego de la destrucción de los casinos de la burguesía y de la nacionalización de las compañías norteamericanas, como una inmensa villa miseria habitada por felices y valerosos milicianos y macheteros que, en medio de palmas y cañaverales, entre danzas y cantos exóticos, enfrentados a los Estados Unidos, construían la sociedad socialista.
La imagen que daba Kalatozov de Cuba era tan preconcebida y estereotipada que no agradó a los comisarios culturales castristas, que se apresuraron a declarar que esa no era Cuba, ni tampoco a los del Kremlin, que la hallaron naif y con “problemas ideológicos”.
La película, pese a las innovaciones técnicas de Kalatozov y su equipo de realización (particularmente la fotografía de Urusevsky), fue menospreciada. Permaneció olvidada durante décadas en los archivos de Mosfilm hasta que, a mediados de la década de 1990, Francis Ford Coppola y Martin Scorsese la redescubrieron y quedaron tan impresionados por su calidad artística que llegaron a catalogarla como una obra maestra de la cinematografía mundial.
Hace menos de un mes, en el programa televisivo semanal dedicado al cine cubano, De cierta manera, volví a ver Soy Cuba. Pensé que tanto cine visto en los años transcurridos desde que la vi por primera vez quizás me ayudaría a apreciar y comprender la estrambótica estética de Kalatozov y explicarme, más allá de la fotografía de Urusevsky, el porqué de la fascinación de Coppola, Scorsese y otros pejes hollywoodenses por Soy Cuba.
Pero ni modo. Ahora —y que me perdonen los críticos— la película me pareció más grotesca y ridícula que la primera vez que la vi. Y eso es mucho decir.
Publicado originalmente en Cubanet.
La revolución era la historia y la historia era la revolución. Las generaciones revolucionarias estaban condenadas a vivir en el vacío de la historia. Muchos crecimos creyendo –y sintiendo, que es aún peor– que aquella condición, aquella indefensión aprendida, era nuestro único destino
A golpe de himno (Bayamo y los patriotas del 68)
En Bayamo “un tremor de misterio recorría la ciudad”, como nos ha deja escrito José Maceo Verdecia en su gran obra Bayamo.[i] Los criollos, cansados ya de medidas, represalias y tiranía, y con más ansias de libertad que nunca, conspiraban en contra de España
Los Carbonell, cubanos edificadores de la patria
Con 80 años, Candelaria partió al exilio por segunda vez. La historia se repetía. ¡Cuántas cosas no había ella sobrellevado en su larga vida!
Viejos pergaminos, incunables, periódicos, revistas, fotos y filmaciones en celuloide se encargarían, con el tiempo, de continuar el registro histórico iniciado en las cavernas. Más recientemente, grafitis de ocasión sobre muros ansiosos de historia y los teléfonos celulares, con su acceso a las redes sociales, completan ese desarrollo hasta nuestros días
Julio Shiling y Francisco Rodríguez nuevos miembros de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio
El evento se celebró en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, ubicado en la ciudad de Miami
¿Cómo se puede liberar Venezuela con la dictadura cubana instalada allí? siendo una consecuencia relevante otra pregunta: si el Palacio de Miraflores sabe que no habrá intervención militar ¿en qué consistiría la “máxima presión” de la que se habla? en un contexto donde no habría en el Congreso, un consenso entre republicanos y demócratas
La bandera americana a toda asta en el juramento y reinicio de la era Trump, como debe ser
¿Cuáles podrían ser los objetivos y la lectura de que un presidente preste juramento e inicie su administración con la bandera a media asta? Impedir que el 20 de enero la bandera del pueblo americano estuviera a toda asta, hubiera sido usado por los enemigos de Trump y de este país como un símbolo negativo de su retorno al poder y desvirtuaría el significado de la importante ceremonia, que desde el momento de su victoria electoral constituye una especie de reinicio de la era Trump
El retrato como reflejo e identidad: sobre el libro "La Bella Cubana, rostros de mujeres en la Cuba del siglo XIX"
A través de rostros de mujeres cubanas que vivieron en el siglo XIX y principios del XX, se presenta el retrato de una sociedad, y el nacimiento de una identidad. Y es precisamente la mujer la que nos invita al encuentro. La mujer como simiente, fortaleza, y fuente de fecundidad nos invita a iniciar el diálogo
Llega a Miami "Fuacatapam", nuevo libro de Iván Acosta, creador de El Super
"La Habana, La Pequeña Habana, mi barrio Hell's Kitchen en Nueva York, el pasado, el presente y el futuro, y muchas otras cosas que los cubanos hemos vivido y hemos imaginado durante décadas, siempre mezclando los géneros y los sentimientos que me identifican como autor y que en buena medida están arraigados a las artes y la vida del cubano en dondequiera que esté”
USAGov en Español ofrece datos del día de inauguración presidencial a lo largo de la historia de Estados Unidos