El sucesor de Raúl Castro dijo que que debido al gran impacto que tiene el reguetón en “segmentos cada vez más amplios del país”, el régimen no puede mantenerse al margen, sino que debe influir en sus creaciones y sumarlos a “la política cultural de la Revolución”
Che Guevara, el exitoso mito de un fracasado
Indudablemente, la leyenda póstuma de Che Guevara resultó ser el más exitoso y lucrativo ejercicio de 'marketing' del castrismo
CubaLibre30 de octubre de 2024 Luis CinoEl 9 de octubre de 1967, en La Higuera, un oficial del Ejército Boliviano, cumpliendo órdenes del dictador René Barrientos, dio muerte al revolucionario argentino-cubano Ernesto Guevara, que había sido capturado, herido en una pierna, el día anterior.
Abandonado a su suerte por el Gobierno cubano, su grupo guerrillero fue aniquilado por bisoños rangers bolivianos, a quien Guevara, en su Diario de Campaña, despectivamente llamó “soldaditos”.
No fue el primer fracaso militar de Che Guevara. En 1965 su ultrasecreta incursión en el Congo culminó, poco más de seis meses después de iniciada, cuando Guevara y los militares cubanos que lo acompañaban tuvieron que cruzar el lago Tanganika, con el enemigo pisándole los talones, y buscar refugio en Tanzania.
“No hubo un solo rasgo de grandeza en esa retirada”, admitiría amargamente Guevara en los apuntes que escribió durante las varias semanas que pasó refugiado en la Embajada de Cuba en Dar Es Salaam antes de poder volar a Argel y luego a Praga.
La mayoría de los hechos bélicos en que participó Guevara, comenzando por el desembarco del yate Granma, que él mismo describió como “un naufragio”, fueron patéticos fracasos. El único éxito militar pudo anotarse fue en diciembre de 1958, frente a los soldados del ejército del dictador Fulgencio Batista, que desmoralizados, no mostraron demasiado empeño en impedir que los rebeldes tomaran la ciudad de Santa Clara.
Tampoco sirvió como economista. Antes de que Fidel Castro lo nombrara ministro de Industrias, presidió el Banco Nacional. En ambos puestos tuvo un pésimo desempeño. Cuando se fue a pelear al Congo, dejó un calamitoso rastro en la economía cubana, que tuvieron que componer los seguidores de los lineamientos soviéticos.
Por mucho que habló y escribió sobre el modo de organizar la economía socialista, Guevara, con inclinaciones trotskistas y maoístas, nunca llegó a concretar con claridad y coherencia su pensamiento económico. En El socialismo y el hombre en Cuba solo logró mostrar la desmesura e impracticabilidad de su idealismo estatista-colectivista y suprahumano.
Aunque tenía dotes para la escritura, a Guevara no se le daban bien las teorizaciones. Luego de escribir Pasajes de la guerra revolucionaria, cuando quiso plasmar su doctrina militar en el libro La guerra de guerrillas, lo que salió fue un confuso manual de táctica y estrategia. Esclarecer la teoría guevarista del foco guerrillero precisaría del francés Régis Debray y su libro ¿Revolución en la revolución?
Como médico, apenas ejerció. Prefería las armas y formar combatientes que, según sus palabras, fueran “máquinas de matar”. Como los hombres de los pelotones de fusilamiento que cumplían sus implacables órdenes en la fortaleza de La Cabaña, durante los primeros meses de 1959.
A pesar de que fracasó en todo lo que emprendió y de que tenía una personalidad antipática debido a un estoicismo, que lo llevó a extremos deshumanizados de exigencia y disciplina, Che Guevara, 57 años después de su muerte, sigue siendo el más reverenciado e incombustible icono de la izquierda mundial.
La foto de Guevara que hizo Korda en 1960 durante el sepelio de las víctimas de la explosión de La Coubre y que luego difundió Ferlinghetti por el mundo, aparece, cual fetiche de la sociedad de consumo, en pósteres, camisetas, jarras y llaveros.
La mayoría de los europeos y norteamericanos que llevan camisetas con el rostro del Che, muchos de ellos amantes de la paz, según dicen ser, tienen una vaga y romántica noción de quién fue el personaje, ajena a su inclinación extremista por la violencia revolucionaria.
Indudablemente, la leyenda póstuma de Che Guevara resultó ser el más exitoso y lucrativo ejercicio de marketing del castrismo.
Publicado originalmente en Cubanet.
Muchos pasaron del alcoholismo a la demencia. Lo peor es que todavía huelen a alcohol. El alcohol, sumado al hambre, complica considerablemente las cosas en los orates
Policía política detiene y amenaza a Juan Alberto de la Nuez y otros activistas por la libertad de Cuba
Le dijeron que comunicara a Bárbaro de la Nuez, hermano de Juan Alberto, también detenido y luego liberado, que puede ser encausado penalmente por violar las leyes de la República y poner en peligro la seguridad del país
El mejor de los ensayos propuestos fue sin duda, de lejos, el escrito por el chileno Ricardo Israel Z., titulado “Un caso de fascismo dependiente”. Pero en su texto citaba a Trotsky para hacer una crítica de sus interpretaciones del fascismo (Roger Bartra, Letras Libres)
Ni siquiera podía empañar esa felicidad el hecho de que el país estuviese a punto de ser aniquilado debido a la decisión del “comandante en jefe” de permitir que los soviéticos instalaran misiles nucleares soviéticos en Cuba…
¿Pretenderá Díaz-Canel que el reguetón sea el equivalente para estos tiempos del movimiento de la Nueva Trova? ¿Aspirará, siempre tan iluso y optimista, a que, imbuidos de resistencia creativa, El Micha y Jorge Jr. sean los nuevos Silvio, Sara González y Vicente Feliú?
El sucesor de Raúl Castro dijo que que debido al gran impacto que tiene el reguetón en “segmentos cada vez más amplios del país”, el régimen no puede mantenerse al margen, sino que debe influir en sus creaciones y sumarlos a “la política cultural de la Revolución”
Huber Matos, uno de los históricos comandantes de la Revolución Cubana, explica que Fidel Castro siempre actuó contrario a los intereses de los cubanos, ya que desde la Sierra Maestra usaba sus armas para asaltar haciendas, robar animales y traficar marihuana
Barco con armas para el régimen castrista: un terrible accidente en Estambul
El escritor turco Orham Pamuk, ganador del Premio Nobel de Literatura en el año 2006, dedica un capítulo de su libro Estambul a los accidentes ocurridos en el Bósforo en las décadas de 1960 y 1970, los cuales, asegura, “alcanzaron dimensiones legendarias”
Hay otro episodio del intrépido Salvat que tuvo también enorme impacto y trascendencia. Se llevó a cabo el 24 de agosto de 1962, unos dos meses antes de la Crisis de los Misiles
Capitalismo del antivalor o mercadotecnia de la decadencia cultural
La paradoja radica también en el hecho de las izquierdas terminaron colonizando la cultura, y las derechas las economías. La modernidad es el espectáculo que acogió a la prosperidad y el desaliento en una nueva ecuación dialéctica: empresarios vs intelectuales