Con esto me vino a la mente una historia de la vida real… Dicen que hay en La Habana una señora que todos los años acostumbra a montar un nacimiento completo en su casa. Cuando se acercaba el Adviento comenzaba a sacar sus figuras, a limpiar los animales, a preparar el cielo, los montes, las ciudades...
Los pueblos necesitan símbolos
La ideología marxista, que arraigó en nuestra isla, es particularmente excluyente. “Las calles son de los revolucionarios”, “la universidad es para los revolucionarios”, “socialismo o muerte”, “al que no le guste esto que se vaya”…, los que piensan diferente son “gusanos”, son “escoria”
Religión08 de septiembre de 2024 Padre Alberto Reyes Pías(He estado pensando - LXXXIII)
He estado pensando en la Virgen de la Caridad como signo de unidad para los cubanos.
Los pueblos necesitan símbolos, necesitan puntos de referencia a los cuales mirar a la hora de construir su historia. Para los cubanos, la Virgen de la Caridad ha sido, desde hace ya siglos, un referente de unidad. Ante la Virgen, todos somos hijos, hermanos, cubanos.
Entre los seres humanos siempre habrá diferencias, eso es inevitable, pero esas diferencias pueden ser usadas para justificar desigualdades, y las desigualdades generan división en el corazón de las personas y de los pueblos. Entre las fuentes que generan división están las ideologías.
Las ideologías son un esquema de pensamiento rígido y un intento de explicar y transformar la realidad desde unos conceptos fijos e incuestionables. Por eso suelen promover la mentalidad de “ellos y nosotros”, “ellos contra nosotros”. Hombres contra mujeres, ricos contra pobres, blancos contra negros, revolucionarios y contrarrevolucionarios… es mismo mecanismo.
La diferencia no es el problema. El problema está en las posturas que generan desigualdad. El problema no es que existan diferentes sexos, ni personas con mejor o peor economía, ni que haya diferentes razas, ni que se tengan diferentes credos políticos. El problema está en que, utilizando esas diferencias, los grupos que controlan el poder limiten o impidan los legítimos derechos y oportunidades de aquellos que son diferentes o piensan en modo diferente.
La ideología marxista, que arraigó en nuestra isla, es particularmente excluyente. “Las calles son de los revolucionarios”, “la universidad es para los revolucionarios”, “socialismo o muerte”, “al que no le guste esto que se vaya”…, los que piensan diferente son “gusanos”, son “escoria”.
¿Por qué? ¿No somos todos cubanos? ¿No hemos nacido todos en la misma tierra? ¿No tenemos todos los mismos derechos a intervenir en el modo en que queremos que transcurra la vida en esta isla? ¿No tenemos todos el mismo derecho a participar en el modo de construir nuestra historia?
¿Por qué tus criterios políticos son considerados más válidos que los míos? ¿Por qué tú, que controlas el poder, no me das la oportunidad de expresarme, de organizarme en grupos alternativos, de competir en las urnas, que son las que muestran el deseo de la mayoría?
No es la diferencia el problema, es la desigualdad, es el establecimiento de una división entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, es la creación de un sistema de castas donde, o eres de los míos y te sometes incondicionalmente, o no tendrás futuro en esta isla, o lo mejor que puedes hacer es irte.
El 8 de septiembre todos los cubanos, los que vivimos dentro de la isla y los que viven fuera, celebraremos a aquella que vino para todos, aquella que intercede por todos, aquella que pide a su Hijo la bendición para todos. Aquella que es simplemente Madre y que nos mira como a hijos, como a hermanos.
No en balde le cantamos pidiéndole: “que seamos hermanos”. Y ese es el anhelo: una patria donde nos tratemos como hermanos, sin divisiones excluyentes, sin desigualdades. Una patria donde tengamos todos las mismas oportunidades: en la educación, en la salud, en la economía… pero también en las decisiones sobre el presente y el futuro de nuestra tierra.
Toda Cuba a sus pies (memorias del Congreso Católico Nacional celebrado en Cuba en 1959)
El Congreso Católico Nacional había llegado a su fin; se había cumplido la consigna y el deseo: ¡Toda Cuba a sus pies! Pero la tormenta sobre Cuba solo comenzaba
Ustedes ya no serán nunca el signo de la esperanza, del porvenir deseable, de la ilusión que lleva a entregar la vida
El tiempo ha transitado por nuestra tierra, con su paso lento y continuo, y nos ha visto empobrecernos y entristecernos, nos ha visto sufrir en silencio y a gritos, pero siempre al ritmo obsesivo de las voces de mando que nos piden seguir caminando “Hasta la victoria siempre”
Miami bautiza una calle en honor a Sor Hilda Alonso
Desde El Nuevo Conservador celebramos el nombramiento de esta calle en Miami, histórica capital del exilio cubano, en honor a una de sus más queridas personalidades religiosas
Damos la bienvenida como columnista de El Nuevo Conservador a la historiadora y ensayista cubanoamericana Teresa Fernández Soneira, quien en este artículo recuerda: “Al terminar la guerra, más de dos mil mambises marcharon hacia el Santuario de El Cobre y allí reunidos dieron gracias a Dios por la victoria y pusieron a los pies de la Virgen la bandera cubana”.
«El sistema imperante en la isla –que no es lo mismo que el pueblo– es una función monótona decreciente», explica el cura matemático, «pero la buena noticia es que el régimen no es Cuba», aclara el sacerdote
El sucesor de Raúl Castro dijo que que debido al gran impacto que tiene el reguetón en “segmentos cada vez más amplios del país”, el régimen no puede mantenerse al margen, sino que debe influir en sus creaciones y sumarlos a “la política cultural de la Revolución”
Huber Matos, uno de los históricos comandantes de la Revolución Cubana, explica que Fidel Castro siempre actuó contrario a los intereses de los cubanos, ya que desde la Sierra Maestra usaba sus armas para asaltar haciendas, robar animales y traficar marihuana
Barco con armas para el régimen castrista: un terrible accidente en Estambul
El escritor turco Orham Pamuk, ganador del Premio Nobel de Literatura en el año 2006, dedica un capítulo de su libro Estambul a los accidentes ocurridos en el Bósforo en las décadas de 1960 y 1970, los cuales, asegura, “alcanzaron dimensiones legendarias”
Hay otro episodio del intrépido Salvat que tuvo también enorme impacto y trascendencia. Se llevó a cabo el 24 de agosto de 1962, unos dos meses antes de la Crisis de los Misiles