
Paquito de Cuba, que se autodefine como “martiano, comunista y gay”, no tiene límites para la sumisión, el oportunismo y la desvergüenza
El régimen, siempre tan dado a los eufemismos, desde la época de Fidel Castro y hoy más con sus continuadores, mediante su uso, trata hipócritamente de encubrir las tristes realidades resultantes de la crisis socio-económica, la más grave de la historia de Cuba
CubaLibre11 de abril de 2025 Luis CinoRecientemente, en un informe lleno de eufemismos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) sobre la muerte por envenenamiento de una madre y su pequeña hija, en Guanabacoa, al este de La Habana, por haber ingerido sal de nitro, se explicaba que la sustancia fue llevada a casa de las víctimas por un tío de las mismas que “trabaja como recolector de materias primas”, que la había hallado en un basurero y pensó que era sal común.
“Recolector de materias primas” es el modo eufemístico que usan las autoridades cubanas para designar a los llamados “buzos”, los varios millares de personas de cualquier sexo y edad que en todo el país hurgan en los vertederos de basura en busca de latas, botellas, zapatos y ropa que puedan remendar, alambres, piezas de electrodomésticos y todo cuanto puedan luego aprovechar para su uso o vender. A veces se ve a algunos de ellos devorar sobras de comida que extraen de la basura.
Esos infelices que escarban en la basura para ganarse la vida se ven expuestos a multas y arrestos por las autoridades, que los acusan de “propagar enfermedades”, afectar la higiene y el ornato público. Como si no estuvieran las calles llenas de lomas de basura, escombros y ríos de aguas albañales…
El régimen, siempre tan dado a los eufemismos, desde la época de Fidel Castro y hoy más con sus continuadores, mediante su uso, trata hipócritamente de encubrir las tristes realidades resultantes de la crisis socio-económica, la más grave de la historia de Cuba, que han provocado con sus empecinadas, torpes y antipopulares políticas económicas y su aferramiento al poder a costa de lo que sea, incluso de la supervivencia de la nación.
Así, para ocultar que cada vez hay más pordioseros y mendigos, porque, según aseguran, “la mendicidad es incompatible con el proyecto social cubano”, han acuñado el término “deambulantes”. A veces los recogen e internan en albergues, de donde se van enseguida, pues es tan mala la alimentación que prefieren seguir en las calles.
Consideran “actos de indisciplina social” a los cada vez más frecuentes robos, asaltos y riñas tumultuarias en lugares públicos. A los desempleados los llaman “disponibles”. A ancianos y enfermos cuyas jubilaciones no les alcanzan ni siquiera para mal comer unos pocos días, a personas que viven prácticamente en la indigencia, los llaman “vulnerables” y como tales les conceden ayudas ridículamente insuficientes.
Al desalojo, generalmente por la fuerza, de personas que ocupan locales y casas abandonadas lo llaman “extracción”. Las villas miseria, -que engalanan cual aldeas Potemkin para las visitas de los mandamases- son calificadas como “comunidades en desarrollo”, y “comunidades de tránsito” los inmundos albergues, verdaderos almacenes de náufragos, donde se hacinan las personas a las que se les han derrumbado sus casas y donde deberán permanecer durante diez, quince años o más en espera de que les asignen una vivienda o un derruido local para reparar.
Eufemismos ridículos y cínicos le sobran a la Cuba oficial y los seguirá inventado para disfrazar las tristes situaciones que ya no puede ocultar y de las que no puede atribuir la culpa solamente al “criminal bloqueo y la compleja situación económica internacional”.
Publicado originalmente en Cubanet.
Paquito de Cuba, que se autodefine como “martiano, comunista y gay”, no tiene límites para la sumisión, el oportunismo y la desvergüenza
En estos momentos en Cuba, a la par que el hambre, la pobreza, la insalubridad, las enfermedades, la delincuencia y la represión, los suicidios van en aumento
El exagerado secretismo oficial y la opacidad de los medios estatales son los culpables de la existencia de “las bolas”, y de que estas proliferen, rueden y crezcan cual si fueran de nieve
Hoy, las viejas canciones de Marta Kubišová, que estuvo censurada por el régimen comunista durante más de 20 años, también enternecen, ponen melancólicos y hacen llorar a ciertos tercamente masoquistas ancianitos checos que aún sienten nostalgia por el pasado comunista
En Cuba o fuera de ella, no conseguimos librarnos del influjo de Fidel Castro. Fungimos de víctimas o victimarios, de adversarios o cómplices, de delatores y delatados...
E innumerables poetas han optado por el insilio, desde Dulce María Loynaz, que no ocultando su rechazo al régimen comunista, se encerró en su mansión durante décadas, hasta Rogelio Fabio Hurtado y Rafael Alcides, negados a publicar sus libros con tal de no dejarse manipular por los comisarios culturales del castrismo
In 1964, the U.S. consulate in Stanleyville was taken over by Congolese rebels of “Lumumbist” inspiration (associated with the African nationalist Patrice Lumumba), known as the Simba. For 111 days, they held hostages, only to be rescued in a joint U.S.-Belgian operation called Operation Dragon Rouge, in which the Cubans also participated
Las consecuencias son devastadoras. Podemos verlo hoy en día en sociedades gobernadas férreamente por minorías vociferantes que convencieron a las mayorías silentes de que no hay nada que hacer, en África, Asia, América Latina e incluso en Europa
Pero lo de Unamuno fue un monólogo pues no quiso entablar un diálogo con Cristo que puede transformar a todo ser. No tuvo quietud interior para oírlo, como le ocurre al hombre de hoy que se queda solo con su propia existencia, con sus luchas; agónico hasta el final con su pensar y su vivir porque carece de espiritualidad y de profundidad. Porque le cuesta hacer un alto en esa loca carrera de la vida para encontrar a Dios y compartir sus inquietudes
La fiscal fue referida al Departamento de Justicia de Estados Unidos para una investigación sobre fraude hipotecario, pero se estima que un caso federal es inminente
Kennedy subvaloró la peligrosidad del régimen comunista instaurado en Cuba, que un año después facilitaría a los soviéticos instalar misiles nucleares apuntados contra Estados Unidos. Con su desidia y sus titubeos, le sirvió, en bandeja de plata, una victoria, más que todo propagandística, a Fidel Castro para seguir consolidando su dictadura comunista