Marx pretendió que las religiones son el opio de los pueblos. Las elimino de un plumazo y luego muchos le suscribieron a plomazos. Y se dispuso a vendernos ideas químicas, ya no opio, si no anfetaminas, y otros tóxicos que emborrachan y envenenan a la humanidad
El Capital y la decapitación del pensamiento occidental
El libro de Marx y su propio pensamiento son farragosos, nada científicos y poco pedagógicos. Hay gato encerrado en su pretendida genialidad y más aún en su vigencia casi 200 años más tarde
Bogaciones15 de agosto de 2023 Andrés R. RodríguezEl libro El Capital de Carlos Marx fue concebido a mediados del siglo XIX, mucho antes de la diversificación cultural y los acelerones tecnológicos de los que en 2023 somos partícipes, testigos asombrados y víctimas semiconscientes.
¿Pueden los planteamientos de El capital estar vigentes? ¿Un intelectual aislado en los 1800s, puede haber previsto la diversificadora evolución tecnológica de la que hoy somos testigos? ¿Podemos aceptar que somos masas obtusas conducidas por ciegas “leyes” económicas? ¿Es toda sociedad un ring donde sin un referee y jueces ocurre la “lucha de clases”? ¿Cuánto de ciencia tiene el marxismo en particular y la sociología en general, validando ahora cosas que fueron concebidas en una época en que apenas se emergía del cascarón feudalista, en un industrialismo improvisado, productivista e inhumano?
Si la historia humana puede concebirse como “materialismo histórico”, tal como planteó Marx, y éste consiste en un ciego fatalismo económico, vale preguntarse: ¿El marxismo es un ajedrez que se tiene que jugar con ciertas reglas concebidas desde una sola mente genial? ¿Pudiera haber sido artificialmente inflado el gran pensador? ¿Dónde queda el espíritu humano para hacernos emerger de nuestras miserias?
¿Hoy son válidos conceptos como burguesía, proletarios, clases, lucha de clases, plusvalía? ¿Existen hoy clases sociales? ¿Existen en todos los países o en los que aún mantienen estructuras atrasadas? ¿Existen fuerzas ocultas o semiocultas en el mundo actual a las que les convenga intrigar para mantener vigente este ajedrez demente, aún cuando ese juego ha sido desastroso en dondequiera que se ha implantado?
¿Los países industrializados, que ya tienen más del 95 % de su población viviendo en ciudades, no son países plenamente burgueses? ¿Burgués ya no es sinónimo de ciudadano? ¿El empresario expolia necesariamente al asalariado? ¿No puede ser que el asalariado se monta en el trineo del empresario proactivo y hasta se aprovecha de su empuje?
¿No es más lógico que el emprendedor, el rápido, es hoy parasitado y hasta depredado por el lento? ¿Quién ha hecho emerger la civilización occidental sino el empresario emprendedor? ¿Por qué en las ciencias duras se somete todo a duda sistémica, nada es una verdad definitiva, mientras que en “ciencias sociales” se entronizan dogmas que “concibe” una u otra vaca sagrada?
Las preguntas pudieran ser interminables. En todo caso, no hay respuesta cierta y definitiva. Pueden ser diversas, evolucionantes y largas Las respuestas. Una sociedad no es un contrato social, sino un constructo social. Se hace y deshace permanentemente. En mi criterio, el libro de Marx y su propio pensamiento son farragosos, nada científicos y poco pedagógicos. Hay gato encerrado en su pretendida genialidad y más aún en su vigencia casi 200 años más tarde. Me huelo que ello se debe a acciones subterráneas de la Internacional Comunista (Komintern) y luego la KGB, la STASI y el G-2, en contubernio y relaciones comerciales con grupos de poder e intereses nacionales e internacionales.
Los planteamientos centrales de El libro El Capital, cuando se han aplicado en uno u otro país, lo han hecho involucionar. En vez de ir hacia el futuro, han caminado hacia el medioevo. No hay mas que ver la estructura que tienen países como Corea del Norte, Cuba o Venezuela, con militarotes señores feudales incontestable en el poder. Es un libro erróneo en sus premisas. Son planteamientos contranatura. Demuestran un conocimiento casi nulo de las leyes de la naturaleza, y lo biológico es basal en lo social humano.
Una sociedad también es un ecosistema, pero no solo una manada. Los grandes creadores e inventores han sido “locos”, que se mueven por ideales y sinergias positivas. Es erróneo en sus métodos. Proponer que sea la masa la fundadora de futuro, es muy improcedente. No hay cosa tal como la lucha de clases, aunque haya competencia, y a veces sea desleal, pero no tiene nada que ver con lucha por la vida. En la modernidad se van extinguiendo las clases en los países industrializados y allí ya no hay proletarios. !No existe esa cosa que Marx llamo plusvalía!
El Capital es erróneo en sus conclusiones. La humanidad no se mueve por un fatalismo histórico, ni económico. Los seres humanos no somos ratas que vamos detrás de queso. No nos guía un fatalismo economicista. Este libro es una compilación de asertos lunáticos, no demostrables, ninguno vigente, si alguna vez fue terrenal algo que lo que dice. Este libro es una colección de inspiraciones de un ser humano pesimista y fracasado, ofrecidos al lector como “resultado científico” por arte de magia de Carlos Marx y Federico Engels, la Internacional Comunista y los servicios secretos de algunos que quieren destruir la cultura occidental.
Estos son algunos intrigantes “compañeritos” empeñados en crear un ruido cultural que imponen por repetibilidad sus asertos. Además, se las arreglan para organizar cortinas de humo propagandistas para que no puedan ser ripostados convenientemente por otros intelectuales.
Hoy el marxismo se trata planteamientos tendenciosos, capciosos, comunes entre ciertos tipos de profesionales (en especial filósofos, sociólogos, politólogos y muchos economistas). Uno que otro académico hace mal uso de su libertad de cátedra y los privilegios de su tenure track, y lo magnifican. Valiéndose de métodos de intriga, propaganda repetitiva y subversión, agentes de intereses especiales colocan a colegas afines en posiciones académicas, impiden a otros expresarse, niegan o minimizan hechos históricos (número de asesinados por Hitler, Stalin o Mao, y desastres económicos del colectivismo), fusilan culturalmente a los que los contradicen. Para publicar en ciertas revistas tienes que citar a otros 20, no quieren que sean tus ideas, tienes que leerlos hacer un ensayo y citarlos a ellos.
En ciencia es un axioma: observación, formulación, comprobación. Y no es lo que hacen estos señores que estudian lo “social”. A la sociedad se aproximan sin poder experimentar. Ello deja margen amplio para interpretaciones. Así, lo que afirma un sociólogo, no puede ser comparado en cuanto a precisión a lo que afirma un físico o un biólogo. Pero en ese gran margen, en ese realengo intelectual, ellos pastorean una serie de vacas sagradas, a las que debemos adorar. Y aplican métodos como “Te incorporas en nuestro grupito o te ninguneamos”. Se trata de autoritarismo y arrogancia intelectual. El error de aceptar intelectual y moralmente que los bolcheviques o guardias rojos tomaran el poder con gran violencia, nos retrotrae a los horrores del sótano del castillo feudal, en este caso reasentados en la Lubianka o en Villa Maristas.
Estos oscuros intereses dedicados a enaltecer a Marx, contra toda la evidencia empírica, pretenden que sus asertos y rejuegos de palabras, son fórmulas científicas. Han convertido las sociedades occidentales (en especial las humanidades dentro de las universidades) en recuas de mediocres, sin ideas propias, verborréicos Sanchos Panzas de un discurso simplón. Muchos Sanchos, han sido “empoderados” dentro de la academia por sociedades industrializadas, muy productivas.
Los que pretenden la vigencia de El Capital desde posiciones académicas privilegiadas,
ganadas con trampa y paciencia oriental, lo que pretenden es destruir a Occidente, decapitarlo, descapitalizarlo, aunque en sus discursillos digan otra cosa.
Andrés R. Rodríguez es un investigador, biólogo, profesor y escritor cubano exiliado en Estados Unidos. Su más reciente libro es Involución. Otros de sus títulos son: "Havana 500 Anniversary”, "Caribbean Touristic Dictionary”, "Destellos al Alba”, "Lista de nombres comunes y científicos de peces marinos cubanos", "Peces marinos importantes de Cuba", "Ecología actual, conceptos fundamentales”, "Maritime Dictionary”, "Fábulas vivas", "Colonial Havana˗Trinidad”, "Ecología para Ecoturismo" y "La verdad es llama”.
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