José Martí y la profanación literaria
Martí nunca copió, ni imitó, ni remedó a nadie con su pluma, de donde nacían “bramidos” —como calificara Domingo Faustino Sarmiento su voz literaria—. Y eso sí fue algo que procuró y logró el futuro Apóstol de manera consciente, aunque en sus inicios fuera más bien íntima, como reconoce en su dedicatoria del Ismaelillo a José Francisco, su único hijo: “Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así”
Historia30 de enero de 2024 EDUARDO LOLO